8/20/2012

El regreso

Han pasado 42 meses desde que este blog quedó stand-by, dando paso a un tiempo que más que escribirlo, había que vivirlo. Así lo hice. Y todos los que pasaron por nuestro departamento de Lota con Lyon, en especial las 3 roommates con las que tuve el gusto de compartir, podrán dar fe. Para rematar el cliché, fueron meses de crecimiento, por integrarse al mundillo laboral, independizarse, y cambiar el ritmo universitario al que estaba acostumbrado… Con más kilos que años encima, puedo decir que fue una etapa de aún más sedentarización (quizás aburguesamiento?), que disfruté mucho, y que aún estoy asimilando que se acabó.


El blog quedó ahí mismo, sin cambio alguno, y en la nueva situación que me encuentro hoy me he puesto a revisitarlo, un poco por nostalgia, pero sobre todo por la disponibilidad de tiempo que mi nueva condición de expatriado me ha puesto encima, de un minuto para otro, y que no estaba tan preparado para asumir tan rápidamente.

Y así me he sorprendido releyendo esas historias que pensé que me sabía de memoria, o descubriendo que un post fue objetivo de una campaña viral de comentarios robóticos spam. Intenté borrarlos, pero cuando me di cuenta de lo que me iba a demorar una hacerlos desaparecer uno a uno, desistí. Eliminé links añejos que ya no llevaban a ninguna parte, y actualicé mi ciudad actual a mi nueva casa, la mayor megalópolis (el término no lo inventé yo, lo usan las guías de viajes para referirla) sudamericana, São Paulo!

Mis anteriores pasos por acá habían sido principalmente escalas aéreas en el Aeropuerto de Guarulhos, en algunos de esos interminables viajes multi-escala para cruzar el charco desde Santiago. Alguna vez tuve el dudoso placer de pasar la noche en el aeropuerto, en una escala nocturna de 8 horas que se me hicieron infinitas, donde una señora me confesó que había sobornado a una de las funcionarias de limpieza de los baños para cerrar la puerta y fumarse un pucho donde claramente estaba prohibidísimo. Yo no quise tomar el riesgo, que lo extremo no es lo mío, menos si va de la mano con la ilegalidad, y me mantuve libre de humo hasta Santiago, no sin antes tratar de dormir un rato en una banca del piso de abajo, las únicas donde uno podía echarse sin que te estorbara una separación entre los asientos, interrumpido por un agente preguntándome en portugués que quien era yo y que hacía ahí… Más recientemente, un viaje flash por pega me permitió salir por primera vez del aeropuerto y permitirme un sello de entrada a Brasil en el pasaporte, pero como no fui mucho más allá del recinto aeroportuario mi conocimiento seguía siendo bastante limitado.

Hoy se cumplen dos semanas desde que llegué a instalarme en un apart-hotel mientras se tramita mi visa de trabajo y llegan mis muebles desde Chile. Con los días me acostumbro a que será mi casa por unos meses más, voy llenando el refri con mi propia compra, y masterizo el arte de planchar camisas gracias esta simpática señora que ni se imaginará lo útiles que le son sus tips a un soltero, aún no treintañero pero casi, con limitados (por no decir nulos) conocimientos al respecto.


 I'm back!

PD: el proyecto de dejar de fumar duró poco… Bastó la primera salida nocturna para desistir...

8/18/2012

Y por qué no?

Le voy a dar una vuelta y les cuento...